Para todos los ancianos del mundo, y para ti que lees (porque si no mueres hoy, mañana llegarás a ser anciano).
¿Qué significa ser un anciano?
Anciano literalmente significa alguien de mucha edad o que existe desde hace mucho tiempo. Pero para muchos de nosotros es quizás un ser que dejó de ser productivo y que ha pasado a ser un estorbo, o un ser inservible. Pues parece que una gran mayoría de nosotros estamos totalmente equivocados.
Los ancianos merecen los mejores de los cuidados ya que en un momento dado de su vida fueron unas personas como todos nosotros, trabajadores, emprendedores, dedicados a su familia y con tantos o más intereses que los que ahora nosotros tenemos. Pero en muchos casos pasa lo contario. Son abusados, discriminados. Son maltratados. El abuso de los ancianos incluye más que el maltrato físico, tal como el dar un golpe o amenazar con dañar, el maltrato psicológico por parte de quienes se supone los aman.
No voy a ahondar en el tema del maltrato a los ancianos, solo les quiero decir lo siguiente:
Los ancianos son un tesoro humano y un capital precioso para nuestros países y nuestras culturas, y merecen nuestro respeto, atención, cariño e integración en la vida de cada día. Existe una gran cantidad de instituciones que se encargan del cuidado de los ancianos, pero nunca jamás esta realidad cubre el amor y el apoyo que brinda la familia a nuestros viejitos que tanto necesitan de nuestro soporte, cariño y solidaridad después de darnos la vida. Los jóvenes y adultos tenemos que tomar en cuenta con mayor responsabilidad a nuestros ancianos, porque todos vamos a llegar a esa edad.
Deben ser más apreciados que ninguna otra por persona por haber luchado constantemente sin mayor tecnología y por haber aportado al Estado, sin que éste le tenga mayor reconocimiento. Digamos que en los países en vías de desarrollo (como nuestro país) no se les da el verdadero valor a las personas encanecidas y es más, son rechazadas en la sociedad.
Espero que la situación de los ancianos de hoy cambie tanto a nivel familiar como a nivel de salud y que el Estado preste un poco más de atención a estos seres desvalidos que muchas veces son vejados, abusados por la familia y por la sociedad y hasta golpeados por las personas que los tienen a su cargo.
Siento mi vejez a la vuelta de la esquina, siento que he envejecido mucho al terminar esta nota. Yo también soy un anciano, por eso he escrito esta nota.
Lucho Caro_
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