El Código Da Vinci


   Con más de 150,000 copias vendidas, la historia de Dan Brown se ha convertido en uno de los best-sellers más populares de la literatura actual, después de catalogarse de literatura basura durante mucho tiempo. Término que no acepto, la historia que cuenta una novela te puede gustar o no, puedes argumentar sobre sus características literarias y exponer tu criterio. lo que no da derecho a ese término.


   Es una novela entretenida e interesante, que utiliza varios recursos literarios a fin de mantener al lector pegado al libro. La novela es de tipo lineal, narra de manera consecutiva los hechos que se van suscitando, los "capítulos" se suceden de forma alternada en la narrativa de la obra, lo que le enciende en el lector una alarma de curiosidad y enganche, qué pasará. La prosa es sencilla, se pueden ver analogías interesantes y enigmáticas, pero con una narrativa fluida. Unas 
551 páginas sumamente interesantes a cargo de Ediciones Urano, con la traducción de Juanjo Estrella.





   Existen varios personajes, de los que dos se convierten en los protagonistas de la obra, Robert Langdon, un profesor de simbología de Harvard, especialista en sociedades secretas y académico renombrado, mezcla de Indiana Jones, Ross Geller y James Bond; y Sophie Neveu, criptología de la Policía Secreta de París, que representa una heroína "muy al siglo XXI", con matices de personaje de Marvel y la agilidad metal de un investigador del MIT. 

   También se encuentran el obispo de afiliación al Opus Dei, Manuel Aringarosa, que busca a toda costa detener a Langdon y en su misión. Su aliado, Silas, un exconvicto, ahora monje albino un poco fanático religioso es el principal operador de los planes de Aringarosa, manipulado totalmente por El Maestro, un personaje cuya verdadera identidad está oculta hasta casi el final de la novela, y que le da un giro inesperado a la historia.

   El uso constante de acertijos hace de la novela entretenida a secas, y los hechos históricos que presentan y hacen del "Código da Vinci" su estructura ósea abren al lector la posibilidad de que la realidad presentada sea distinta a la que es, sobre todo en una época de inseguridad intelectual y complots al por mayor. 

   La historia se desarrolla en París con el asesinato misterioso de Jacques Saunière, curador del Museo de Louvre; para aclarar este crimen, la policía pide el apoyo de Robert Langdon y Neveu, nieta del curador asesinado, quienes descubren que el asesinato fue con fines secretos y que el mismo Saunière dejó claves ocultas de porqué lo asesinaron y la razón por la que deben de resolver el enigma. Bajo las indicaciones de Saunière, y apoyados en signos ocultos en las obras de Leonardo da Vinci, ambos personajes deberán de rescatar el secreto y evitar que la verdad se pierda para siempre. Así comienzan una endemoniada carrera contra el tiempo y los enemigos que se les presentaran a los largo del texto.

   Brown parte del hecho de que se ha ocultado durante dos mil años un secreto que pondría en juego toda la creencia y cosmogonía católica, este secreto está celosamente guardado por una organización semi secreta conocida como "El Priorato de Sión", creadores a su vez de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocidos como Templarios; Da Vinci, Víctor Hugo, Isaac Newton y el mismo Saunière (personaje aparentemente ficticio) fueron Maestres del Priorato. 

   Las teorías del Priorato dicen que el Santo Grial es en verdad una serie de documentos que aseguran la existencia de la descendencia de Jesús y Maria Magdalena, esposos hebreos procedentes de casas reales en la tradición judía (Jesús de la casa de David, Maria de la de Benjamín) con el suficiente poder político como para reclamar el trono de Judea y por lo tanto de la Ciudad Santa. Tal parece que Jesús buscaba fundar una Iglesia dejándole el control a Maria Magdalena, a fin de lograr la instauración de la estirpe real en el trono de Judea. Al morir Jesús, y por las mismas tradiciones machistas de la época, Pedro desconoció este hecho y buscó desplazar a Magdalena, tomando el mérito de ser el responsable de las causas del Cristo. 

   Maria Magdalena huyó con José de Arimatea a una región conocida como Las Galias, ubicada en la actual Francia, dando a luz a una mujer llamada Sarah, de la que sus descendientes formarían lazos con las familias francas soberanas, de esta unión nacerían las familias merovingias de la que actualmente existen ramas.

   Todo esto se encuentra supuestamente documentado en los evangelios gnósticos y apócrifos, que fueron desechados y condenados por la Iglesia Católica al formar su libro base, la Biblia; además de numerosos textos en los que se afirman estas y teorías que, de ser ciertas, pondrían en duda la divinidad de Jesús, ubicándolo como un revolucionario más que como un líder moral, o aun, como el hijo de Dios. 

   La misión del Priorato es desvelar la verdad en el "tiempo en que sea adecuado", pero el Opus Dei, brazo de la Iglesia, buscará a toda costa eliminar a quienes pongan en riesgo al catolicismo. Tanto Langdon como Neveu deberán de resolver este enigma, a fin de que la verdad no se pierda para siempre.








   Brown nació el 22 de junio de 1964 en Exeter, New Hampshire, fue profesor de matemáticas y escribió libros de texto desde 1968 hasta su jubilación en 1997. 

   Estudió secundaria en el instituto Phillips Exeter Academy, Class of 1982, y sus estudios universitarios en Amherst College. Como estudiante residió en Gijón (España) en el año de 1980, este traslado a España fue su primer viaje al extranjero estudiando en un instituto de dicha ciudad. Brown afirma que en 1985, un año antes de graduarse, estudió Historia del Arte en la Universidad de Sevilla. Músico y también compositor.








   La novela de Brown se ha convertido para muchos en un fenómeno cultural, su análisis y debate es el pan de cada día. Los hechos en los que se basa son aún más discutidos. Las opiniones son encontradas y la polémica es diversa, los textos que avalan las teorías del Priorato, su interpretación histórica e historicista es subjetiva y como se ha dicho en varias ocasiones, la fórmula actual para un best-seller es conjuntar elementos de tecnología de punta y avances científicos, material místico y enigmático, algo de herejía y atentado a "las buenas costumbres", marcas, páginas web al respecto y más de una docena de textos de apoyo, pseudo secuelas e investigaciones con la seriedad de Jaime Maussan.

    "El Código da Vinci" es una novela de gran éxito comercial, por lo que su cometido fue en extremo satisfactorio, con grandes dividendos para el autor, y que hace que el lector pase un buen momento. 
La versión de Dan Brown sobre los orígenes del cristianismo se expone ampliamente hacia la mitad del libro, cuando los protagonistas del relato, el profesor Robert Langdom y la criptóloga Sophie Neveu, se encuentran con sir Leigh Teabing, un noble inglés a quien se presenta como personaje ilustrado. A lo largo de casi diez capítulos estos tres personajes mantienen una larga conversación en la que se descubren las causas de la muerte del renombrado restaurador del Louvre, Jacques Sauniére, y de la trama que la ha provocado.

   El cristianismo, según Brown, fue una construcción del emperador Constantino, que vio en la naciente religión un instrumento ideal para consolidar su poder. Fue él quien consiguió que Jesús fuera reconocido como Dios en el concilio de Nicea a comienzos del siglo cuarto. Antes de él, Jesús era considerado un hombre grande y poderoso, pero sólo un hombre. Constantino, y la Iglesia después de él, ocultaron cuanto pudieron esta condición humana de Jesús. Ocultaron, sobre todo, su relación con María Magdalena, que dio lugar a una estirpe regia. Para enterrar de forma efectiva la memoria de este Jesús humano, Constantino y la Iglesia realizaron una escrupulosa selección de las memorias sobre Jesús, los Evangelios, conservando sólo aquéllos que reconocían su divinidad y desechando los que le consideraban simplemente humano.

   Esta reconstrucción de los orígenes del cristianismo combina hábilmente el dato histórico del llamado «giro constantiniano» con otra serie de afirmaciones carentes de todo fundamento histórico, que se cobijan bajo su sombra. Nadie puede negar que el reconocimiento del cristianismo por parte de Constantino supuso un notable impulso para su implantación en el Imperio Romano, pero decir que el cristianismo fue una invención suya, afirmando que Jesús estuvo casado con María Magdalena, que su divinidad fue reconocida sólo en el siglo IV y que la selección de los cuatro Evangelios canónicos fue un hecho totalmente arbitrario es algo muy distinto.

   El lector  sabe que estas afirmaciones forman parte de la ficción de la novela, pero, dado que muchos las han tomado al pie de la letra, no es ocioso preguntarse por qué se ha producido esta asombrosa metamorfosis.  Dan Brown ha presentado, en el momento adecuado y a través de un formato fácilmente accesible, una reconstrucción del pasado que redefine el papel de la religión mayoritaria de Occidente. Probablemente no ha sido ésta su intención, pero la forma en que ha sido recibida su novela ha producido este efecto. 

   El hecho de que la reconstrucción de los orígenes del cristianismo realizada por Dan Brown de forma tosca en el marco de un relato de ficción se haya convertido para muchos en una interpretación autorizada del surgimiento de la religión mayoritaria de Occidente es muy significativo. Es obvio que han sido las preocupaciones y las circunstancias que viven los lectores las que han obrado esta transformación. Maurice Hallbwachs mostró hace ya más de medio siglo que los grupos construyen y reconstruyen su pasado guiados, en parte, por los intereses y preocupaciones de las situaciones que viven en el presente. La recuperación del pasado no es nunca inocente, porque un grupo o una sociedad son, en gran medida, aquello que recuerdan acerca de sí mismos, y por ello la memoria social es un elemento determinante de la identidad social.

   No es de extrañar, que saliesen libros como el siguiente, a cargo de investigación abierta, en el que con sus 230 páginas analizan El Código Da Vinci para contrastarlo con lo probado, por decirlo de algún modo, expertos católicos, en su mayoría, pero dando su criterio y opinión. 

 


   Libro que como aporte histórico hasta la fecha, puede gustar al lector para conocer datos sobre la polémica de la verdad del catolicismo e incluso aclarar dudas, siempre teniendo en cuanta que según avanzamos en la vida, se descubre más y más que pueden cambiar lo que hasta hoy se pueda comprobar y que la Fe es una cuestión personal de cada individuo y si es pura nada puede hacerla quebrar. 

   Lo que revela la recepción de este libro, lo mismo que la acogida que suele dispensarse a otras publicaciones pretendidamente científicas que tratan sobre sociedades ocultas, secretos escondidos o perversas tramas eclesiásticas, es una reacción adversa frente a la religión institucionalizada, que en Occidente se identifica con la Iglesia católica y, sobre todo, con el Vaticano.

   Es admirable la facilidad con que se pueden difundir y aceptar interpretaciones carentes de todo rigor histórico sobre las raíces de nuestra identidad compartida. De hecho, lo más relevante del fenómeno «da Vinci» no es haber propuesto una de estas interpretaciones, sino que el intento haya logrado, en muchos casos, convertir la ficción en realidad.


   El lector puede contrastar, refutar, pero lo que sí se ha de tener siempre claro es que leer, es leer una novela, empaparse de una historia.  De si la historia que se cuenta es verdad o no, queda al margen de cualquier crítica. para mi humilde opinión, la historia del Código Da Vinci, es brutal, la recomiendo sin duda. 

"La verdad puede correr desnuda por la calle, pero la mentira tiene que ir vestida. Dan Brown."

 

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