gadget

DEJAR LA TIERRA O NO




Un coche que venia muy  rápido me atropelló. Allí quede tumbada
Traté de recoger mis cosas, pero no podía, la gente gritaba, no se de donde salieron tan
Fugaces. Cuando me fijé, no me lo podía creer; mi cuerpo estaba allí, frío,  inerte y sin moverse.






Rodeado de extraños que no sabían que hacer.
¡Dios no! ¿Qué ha pasado?  Me acerqué y me acosté sobre mí con la
esperanza de entrar en él pero era inútil y me movía de un lado a otro
buscando una solución.
Una ambulancia me recogía y yo me subí dentro, pude ver como me
reanimaban una y otra vez, no paraban de
hacer masajes cardiacos y ni una constante. No podía morir, no quería,
traté de entrar en mí muchas de veces, de rezar de tocarme pero todo
era imposible. Los médicos al llegar al hospital sudaban,
todo un reto salvar mi cuerpo.
Estaba llena de tubos y me ponía miles de aparatos y medicinas. Casi
no me reconocía.
No quería rendirme, quería seguir viviendo, me quedaban cosas por
conocer, por hacer, por aprender más. No podía terminar todo
ahí, no sabía que hacer y cuando todos se rindieron a mi cuerpo, me
abracé junto a él y lloré de impotencia,
Me imaginaba mi vida como fantasma rustido por no hacer cosas que
dejó pendiente. Tener que perderme una vida que no había tenido la suerte de experimentar.
Una agonía me recorrió los adentros mientras una luz se acercaba a mí.
Esa luz se alejaba junto conmigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Reproductor de música